Deportivo Alavés: el pionero de los ascensos a Primera

A Primera

El conjunto vitoriano se convirtió en el año 1930 en el primero que lograba dar el salto a la máxima categoría del fútbol nacional

Se dice que siempre hay una primera vez para todo. Este dicho popular es también aplicable al mundo del fútbol, porque clubes, jugadores, entrenadores y presidentes se han enfrentado y han vivido en sus carnes a lo largo de los tiempos esas ‘primeras veces’, ya sea marcando un gol, dirigiendo un equipo o en otros tantos ámbitos.

En la historia de la Liga hay un equipo cuyo nombre quedará grabado para siempre por ser el primero que logró dar el salto de Segunda a Primera División. Una vez que el fútbol nacional se organizó por categorías comenzaron, salvo en la primera temporada, los movimientos y fluctuaciones de equipos entre una división y otra, y fue el Deportivo Alavés quien en el año 1930 logró convertirse en el primer conjunto en dar el salto a la máxima competición desde el escalón inferior.

En la campaña anterior entró en vigencia el modelo de una Primera y una Segunda División, pero al final de la temporada no se produjeron ascensos ni descensos entre estas categorías, por lo que hubo que esperar al año siguiente para poder presenciar cambios.

 

Comienza la leyenda de ‘El Glorioso’

En 1921 comenzó la historia de este club bajo el nombre de Sport Friend´s Club, una denominación que apenas duraría unos meses ya que pronto se buscó una nomenclatura mucho más representativa para cambiarla por la de Deportivo Alavés. Y lo cierto es que los éxitos no iban a tardar mucho en llegar a Mendizorroza.

Ni siquiera transcurrieron diez años desde la creación del Deportivo Alavés hasta que pudo codearse con los mejores equipos de todo el país. En 1928, con la nueva estructuración del panorama futbolístico, con una Primera División que aglutinaba a la élite y una Segunda División con aspirantes a formar parte del grupo de los mejores, se abrieron nuevas oportunidades.

En aquella temporada 1928/1929 el Deportivo Alavés compitió ya en Segunda División y logró la tercera plaza del campeonato, si bien es cierto que no se produjeron ascensos. Pero a la campaña siguiente iba a llegar lo mejor.

Aficion Alaves

Afición del Deportivo Alavés

 

Una plantilla de lujo

El Deportivo Alavés supo reforzarse y armar un equipo al que muchos envidiaban por sus nombres propios. Ciriaco y Quincoces formaban una zaga que casi todos coincidían en señalar como la mejor de toda la categoría, mientras que otros futbolistas como Antero o Modesto también contaban con una gran reputación.

Antes de dar comienzo la temporada en Segunda División, los blanquiazules tuvieron que jugar el Campeonato Regional como era costumbre por aquellas épocas. En esta competición se vieron las caras con el Barakaldo, Arenas de Getxo, Sestao y Athletic Club, y pese al poderío de estos últimos el Alavés se proclamó campeón, algo que le valió el pasaporte para la Copa.

 

El nieto de Heraclio Fournier a los mandos

Aquel Alavés ya había tenido en sus pocos pasos de vida a varias personas al frente. En este 1929 llegó al cargo de presidente Félix Alfaro Fournier, que había sido socio fundador del club años atrás, una figura muy reconocida en la sociedad de Vitoria ya que además de empresario era el nieto de Heraclio Fournier, el mítico fundador de la fábrica de naipes.

As de oros

Imagen del as de oros de una baraja española de Heraclio Fournier, cuyo nieto fue presidente del Alavés.

El otro director de orquesta, el entrenador, era José Baonza, que quedará para siempre como el artífice desde el banquillo del primer ascenso de la historia, logrado a sus 41 años de edad.

 

Una Segunda División con diez equipos

Aquella categoría de plata de la época era muy distinta a la que estamos acostumbrados a ver actualmente. Si ahora el campeonato se prolonga en exceso para muchos por el alto número de participantes (22) y la posterior disputa de los playoff de ascenso, en la temporada 1929/1930 tan sólo se posicionaron en la línea de salida diez conjuntos.

Así, el Alavés se tuvo que ver las caras durante el curso con rivales tan duros como el Sporting de Gijón, Iberia Sport de Zaragoza, Sevilla, Real Oviedo, Valencia, Deportivo, Real Murcia, Real Betis o la Cultural Leonesa. Contrincantes temibles sobre el papel pero que poco o nada pudieron hacer a la hora de la verdad ante los vascos.

En diciembre, después del Campeonato Regional, dio el pistoletazo de salida la Segunda División y además no lo hizo con buen pie para el Alavés. Los vitorianos perdieron su primer partido a domicilio ante el Sporting de Gijón, pero supieron sobreponerse a este primer traspié ya que inmediatamente después encadenaron una gran racha de seis partidos consecutivos sin conocer la derrota.

 

Allana el camino

Con esa buena racha, el conjunto dirigido por José Baonza comenzó a posicionarse entre las posiciones punteras de la tabla, aunque es cierto que el final de la primera vuelta no fue todo lo bueno que le hubiera gustado ya que perdió de forma seguida ante el Sevilla y el Real Betis en sus dos visitas a Andalucía.

Aquel equipo, no obstante, todavía tenía muchas buenas tardes que regalarle a su afición. La competición ardía de emoción y se llegó a la última jornada con tres equipos peleando por el campeonato de manera encarnizada. Alavés, Sporting de Gijón e Iberia llegaron con opciones al encuentro final pero quien se llevó el gato al agua fueron los vascos.

 

El sprint final

En Vitoria todavía se recuerda con gran felicidad aquel 30 de marzo de 1930. En Mendizorroza se decidía lo que podía ser un ascenso histórico. Allí jugaban el Deportivo Alavés y el Real Betis.

La alineación de los locales fue la siguiente: Beristáin; Ciriaco, Quincoces; Antero, Ray, Urquiri; Crespo, Calero, Albéniz, Olivares y Modesto. Una alineación, por cierto, que luce en la sala de prensa del estadio del Alavés como orgullo y como muestra eterna de agradecimiento a lo que pasó aquel día.

Lo que sucedió fue que los vitorianos se llevaron la victoria por un resultado de 2-0 y los autores de los goles fueron Calero y Crespo. Aquel triunfo, que por entonces valía dos puntos y tres como ahora, sirvió para convertir al Deportivo Alavés en conjunto de Primera División y para certificar el primer ascenso de la historia en el fútbol español a esta categoría.

El Sporting de Gijón y el Iberia tuvieron que conformarse con la segunda y la tercera plaza a un sólo punto de distancia, por lo que se resignaron a quedarse un año más en la división de plata. La felicidad se apropió de Vitoria y el Alavés se regaló tres años consecutivos jugando en la élite antes de regresar de nuevo en 1933 a Segunda.

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Resultados del Deportivo Alavés en la temporada 1929/1930

 

La guinda del pastel

Ya siendo equipo de Primera y como vencedor del Campeonato Regional, el Alavés también se había ganado a jugar la competición copera. Los vascos comenzaron con buen pie su andadura venciendo al Sporting de Gijón y también a Osasuna, pero el Barcelona se cruzó en los cuartos de final y allí terminó su camino.

Mucho más adelante, y tras crisis deportivas y económicas graves, llegaron otros momentos históricos del Alavés, como su subcampeonato en la Copa de la UEFA tras caer en la mítica final ante el Liverpool, pero este ascenso a Primera, el que convirtió a los de Mendizorroza en pioneros, no se borrará jamás del palmarés.

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